17.7.09

Cultura

ROBERTO FONTANARROSA
El jueves 19 de julio de 2007 murió Roberto Fontanarrosa, escritor, gran historietista y dibujante. “De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro”.



“…Creo que el peligro principal de la censura es que uno se acostumbre. Vos ya la incorporás a tu trabajo, sabés lo que podes hacer y lo que no, y llega un momento en que hasta te parece natural (…) Es indudable que te condiciona mucho, porque uno aprende a decir las cosas entre líneas, dar volteretas para explicar tal o cual cosa”. (1)

“A medida que la tira fue creciendo, comprendí que lo que yo buscaba era componer un profesional absolutamente frío y desagradable. Un tipo que a mí me provocara rechazo. Un mal bicho que, a su vez, ejerciera una especie de fascinación. Un amigo psicólogo trató de explicarme que todos alguna vez queremos ser como Boggie. Violentos, ilimitados e impunes. Si alguien nos molesta, hacerlo mierda y listo”. (2)

“En el año 1968 fue cuando me llamaron de (la revista rosarina) Boom para ilustrar las tapas. Les faltaba, también, una página de humor. Y me la encajaron a mi, porque yo era el único que dibujaba, no porque fuese humorista. Entonces tuve que improvisar un estilo de dibujo que yo no tenía ni sabía de qué se trataba. Me salieron unos muñequitos que eran un alambrecito, con cosas afanadas de Garaycochea, otras afanadas de Battaglia… Un dibujo muy precario, que a mí no me satisfacía para nada porque yo tenía como meta dibujar más que eso”. (3)

“Lo que me divertía a mí era leer revistas de historietas, estamos hablando de Puño Fuerte, El Tony, las de aquella época. Y eso paulatinamente me dio un hábito de lectura. Después empecé a leer algunos libros, fundamentalmente de la colección Robin Hood, que era una colección que tenía muchos títulos para mí, hoy, jóvenes, pero con escritores muy importantes, que yo no tenía la más mínima idea de que eran importantes; Jack London, Conrad, Salgari; eran libros que uno los compraba más que nada por la tapa, porque tenían ilustraciones. Generalmente libros de aventuras, Bomba, El libro de la selva…”. (4)

“Uno hace el humor que puede y no el quiere, el que le sale… Entonces yo considero que hago un humor para la gente que coincide en una determinada formación similar a la mía. (…) Se da la coincidencia de que yo, que tengo una educación de clase media rigurosa, consumo más o menos lo mismo que esa clase, y además a ella pertenece un enorme porcentaje de lectores, porque hay que tener en cuenta que en este país se lee muy poco, los diarios de mayor tiraje venden menos de un millón y somos treinta millones. O sea que esa mayoría que de los diario consume mi humor. Posiblemente si fuera… no sé si decirte, más sencillo, lo consumiría mucha más gente, pero yo no sabría como hacerlo”.


Fuentes:
(1) Revista Humor nº 131, agosto de 1984
(2) Revista La Maga nº 14, 15 de abril de 1992
(3) Revista Perfil nº 38, 2 de octubre de 1984
(4) Revista BePé nº 1, diciembre de 2006
(5) Revista Humor nº 131, agosto de 1984

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