24.7.09

Futbol

A 25 AÑOS DE LA ÚLTIMA COPA LIBERTADORES
Dirigidos por Omar Pastoriza, Independiente consiguió el 27 de julio de 1984 su séptimo título continental al ganarle la serie final a Gremio de Porto Alegre, de Brasil. De esta manera, los argentinos se convirtieron en el único club en vencer en todas las finales disputadas en este certamen.

La Copa se ganó en Brasil
Hay una razón por la cual decimos que independiente jugó en Brasil mejor de lo que se dijo. Se hace muy difícil contarlo, graficarlo en palabras. Partidos como éste hay que verlos para valorarlos porque la vista es un puente hacia los sentidos. Independiente se dio el lujo de transportar a sesenta mil brasileños del asombro al silencio y del silencio al reconocimiento unánime. Nunca hubo tanta coincidencia.
(…)
Pudo y debió ser goleada. Terminó en baile. Diez minutos de toques, con dos o tres hombres destapados para seguir la función. Con la gente de Gremio paralizada, sometida a la humillación de no encontrar la pelota que salia a buscar. Con una sucesión de taquitos y sombreros como si el que estuviera enfrente no fuera el campeón del mundo. Fue tal el derroche de calidad que Independiente terminó por ganarse el aplauso de muchos de los sesenta mil brasileños que colmaban el estadio y el reconocimento de la prensa de sus rivales (…)

En Avellaneda fue otra cosa

El de Avellaneda fue otro partido. Gremio tomó sus prevenciones. Apretó marcas. Para un equipo que necesitaba la victoria como chance para el desempate fue poco, muy poco. Por las Prevenciones, por el planteo y por esa escasa predisposición ofensiva pareció que Gremio limitaba sus aspiraciones a tratar de que no se repitiera en Avellaneda el festival de Porto Alegre. Si eso quería, lo consiguió.

El premio fue para el mejor
Parecía que todo estuviese previsto. Que debía ser así. Que no podía ser de otro modo. Si hasta Bochini y Burruchaga se asombraban cuando le decían lo bien que habían jugado. Ellos y el equipo. Bochini recordaba el partido contra Olimpia; Burruchaga, el que los enfrentó a Unión Católica. Puede que hayan sido más emotivos por la oposición del rival y la necesidad de lograr los puntos, pero a nivel funcionamiento de equipo y de rendimiento individual, esa primera final, en Porto Alegre, fue impecable. Perfecta como la califico Pastoriza.
Se logró todo. Los puntos en juego y disminuir anímicamente al rival.
Por eso, Independiente ganó la Copa en Porto Alegre. Porque estableció una superioridad que todos le hicieron sentir a Gremio.
Y aquí, en Avellaneda, se asistió al acto final. A la entrega de la Copa al que le corresponde por meritos y antecedentes.
Se hizo justicia.

Fragmentos de la nota redactada por Eduardo Rafael y publicada en El Gráfico nº 3382, del 31 de julio de 2009.
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