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Como hace 12 años, Argentina y Nigeria vuelven a jugar una final olímpica. En aquella ocasión se vieron las caras en Atlanta y ganaron los africanos con un gol de oro. El resultado fue tomado como un fracaso por la prensa local, debido a que habían enfrentado a un rival de los denominados "inferiores". Este próximo sábado, ambos seleccionados repetirán aquel choque y definirán, en los Juegos de Beijing, quién será el que portará la medalla dorada.
Como hace 12 años, Argentina y Nigeria vuelven a jugar una final olímpica. En aquella ocasión se vieron las caras en Atlanta y ganaron los africanos con un gol de oro. El resultado fue tomado como un fracaso por la prensa local, debido a que habían enfrentado a un rival de los denominados "inferiores". Este próximo sábado, ambos seleccionados repetirán aquel choque y definirán, en los Juegos de Beijing, quién será el que portará la medalla dorada.
A las 17.38 horas de un por siempre inolvidable sábado 3 de agosto de 1996, se murió un sueño. El mismo que fue acunado a lo largo de de siete largos meses de trabajo y preparación. En una tarde ardiente de Athens, Georgia, quedó sepultada la ilusión de vengar a los fantasmas de Ámsterdam 1928, a aquellos jugadores argentinos que perdieron la épica final con Uruguay.
Murió también el deseo irrefrenable de volver a darle una medalla de oro a la Argentina después de 44 años de espera que ya serán, penosamente 48… ¿El sueño dorado feneció por muerte súbita? ¿Por una desgracia celestial imposible de eludir? Seguramente que no. Hubo razones para una plata que no alcanza, motivos para una derrota dolorosa.
Murió también el deseo irrefrenable de volver a darle una medalla de oro a la Argentina después de 44 años de espera que ya serán, penosamente 48… ¿El sueño dorado feneció por muerte súbita? ¿Por una desgracia celestial imposible de eludir? Seguramente que no. Hubo razones para una plata que no alcanza, motivos para una derrota dolorosa.
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